29/4/08

Siempre es así

"El novio de la mina que nos gusta, siempre es un pelotudo".


Aplicable también a los novios de nuestras ex.

26/4/08

¡Con ustedes...

Untipo: Maestro... ¿cómo hago para salir a Tancacha desde acá?
Otrotipo: No tengo idea loco, yo espero el bondi hace rato, pero voy para el otro lado.
Untipo: Buenísimo, y para donde va tu bondi?
Otrotipo: Te estaba por preguntar lo mismo.
Untipo: Mirá, yo de política no sé nada, pero a la Cicciolina me parece que ya no da para ensartársela.
Otrotipo: No te gusta cómo baila?
Untipo: No es eso, es que se me hace que le baila.
Otrotipo: Viste ese animal cómo pasó en rojo?
Untipo: Debe haber estado apurado.
Otrotipo: Puede ser, hace un rato me dijo un tipo que en Tancacha hoy se armaba pedazo de joda.
Untipo: No sé, a Tancacha no voy ni en pedo.
Otrotipo: Yo tampoco, además hoy me pintó tranqui. Me voy a lo de unos amigos.
Untipo: Se van a tomar algo?
Otrotipo: Mucho, esos toman como esponjas.
Untipo: Como Bob!
Otrotipo: Naaa, ese ya fue. Ahora la posta es el Sr. Colchón.
Untipo: Bueno loco, me voy porque tengo que actualizar el blog.
Otrotipo: Si, yo también.
Untipo: Tenés un blog?
Otrotipo: No, eso es de putos.
Untipo: Si, obvio.


... el Sr. Colchón!

24/4/08

Transportarse

Sonó el timbre. Se sabe que en las juntadas de departamentos, es ley que el último que llega, tiene que bajar a abrir al próximo. Juan sabía que le tocaba a él, pero no hizo movimiento alguno. Tenía la extraña sensación de que esa noche algo iba a salir mal. Y no quería realizar ninguna acción. Sólo permanecer, de manera de no tentar al destino a cometer ningún imprevisto.
Pero todas las manos lo señalaron. Sabía que era inminente el reclamo, y además justo. Tomó las llaves y dijo –es muy probable que me vaya a demorar algo más de lo previsto, sé que algo está por pasar, y es muy extraño tener la certeza de que va a ser ahora mismo-.
Llegó a la puerta del ascensor. Notó que el botón para llamarlo se encendió antes de que lo pudiera presionar, y en tres segundos tenía el ascensor en frente. La segunda puerta de rejas, estaba abierta. Normalmente, no debería estarlo. Dudaba si subirse o no. Es lo que le había tocado, éste era el momento. -Utilizar las escaleras podría ser peor- se dijo.
Una vez adentro, cerró las dos puertas y presionó el cero. El ascensor comenzó a moverse lentamente, como un tren que va tomando velocidad. Miraba los número que pasaban dibujados en los entre pisos. Pero luego del cero no hubo más puertas, ni números. Aunque seguía bajando cada vez más rápido.
La tierra que veía pasar se empezaba a poner más oscura, hasta que al cabo de unos minutos, se mantuvo en un negro constante. Juan estaba en shock, no podía gritar ni pedir ayuda. Se acurrucó en un rincón, porque el frío que estaba haciendo era insoportable. Se apretaba a sí mismo tan fuerte, que sentía dolor, cansancio. En media hora la temperatura había bajado muchísimo. Debe haber sido por el agotamiento y todo lo que había tomado que terminó dormido. Dormido mientras viajaba a una velocidad imposible de calcular.
Cuando despertó, estaba todo transpirado. La ropa mojada se había pegado a su cuerpo, y las rejas de la puerta no se podían tocar, estaban hirviendo. La tierra de afuera ya no era más negra, era colorada. El calor agobiaba, y Juan se sentía tan débil que no pudo ni pararse. Tenía sed, mucha. Quería estrujar su remera empapada y beber de su propia transpiración. Pero no pudo hacerlo. La velocidad con la que viajaba el ascensor era increíble, y moverse le resultaba muy difícil. Pasaron apenas unos minutos hasta que se descompensó, en el mismo rincón, sin moverse.
Esta vez el sueño fue más largo. Hasta tuvo pesadillas. Juan parecía un cadáver, su aspecto era espantoso. Llegó a soñar que el ascensor se detenía, y que él no podía despertarse, y los que lo encontraban lo daban por muerto. Él no podía gritar que estaba vivo. Quería hacerlo, pero estaba muy débil, no podía hablar ni moverse.
El ascensor comenzó a perder velocidad, de a poco. Juan abrió sus ojos con mucho esfuerzo, y pudo ver que la tierra era negra nuevamente. Se agarró de una de las barandas laterales y logró ponerse de pie. Todo indicaba que estaba por detenerse, se podían ver restos de cemento entre la tierra y la velocidad ya era casi cero. Se miró en el espejo, -Si no fuera a mí al que miro, diría que estoy muerto-. Detrás de su reflejo, pudo ver que comenzaba a aparecer una puerta. Cuando giró para verla de frente, el ascensor se detuvo. Escuchaba voces afuera, pero era imposible descifrar lo que decían. Con las pocas fuerzas que le quedaban, abrió la reja. La segunda puerta fue abierta desde afuera.
Había como diez personas esperando. Todos tenían los ojos achinados, eran orientales. Y lo miraban fijamente. Supuso que era por su aspecto. Hubo un silencio eterno, no sabía que decir, estaba cansado y no podía pensar. Hizo un paso al frente, quería salir de ese ascensor lo antes posible. Tomó aire y muy lentamente dijo:
-Perdón. Sé que una vez me enseñaron a decir “hola” en japonés, pero la verdad es que no puedo recordarlo. Sepan disculparme, pero tengo cierto apuro. Mi amigo hace rato debe estar esperando que le abra la puerta-. Recuperó las llaves de su bolsillo, y cuando estaba por atravesar el palier, se volvió rápidamente. –Disculpen, si llegan a ir al otro lado del planeta; ¿podrían decirle a los del 12 “A” que estamos bien? ¿Cómo? Claro, si si, no hablan español. Entiendo, entiendo-. Se despidió haciendo un gesto de maestro de Kung Fu y le abrió la puerta a su amigo. –Pasá loco, estamos tomando algo arriba.

19/4/08

Invento fantástico

Según lo indican las últimas revistas de tecnología, los japoneses estarían desarrollando un dispositivo detector de caca. Al parecer, están convencidos de que pisar excremento, llena al desafortunado de buena suerte. Por lo que se dieron a la tarea de diseñar y construir un aparato que permita al peatón, detectar cualquier tipo de deposición, con un alcance de por lo menos 100 metros. Distancia que resulta más que suficiente, en el caso de, por ejemplo, tener que cruzar de vereda. El usuario será advertido mediante un señal de alarma (sonora y de vibración), la cuál varía su intensidad de acuerdo a la distancia que nos encontremos del objetivo.
Este genial invento, está dotado con la más alta tecnología, y combina las más avanzadas funciones de los aparatos de última generación que podemos ver hoy en día. Entre ellas:
-Pantalla LSD de 3".
-Viene con 5 fondos de pantalla para elegir. Todos ellos, hermosas fotos de soretes, claro.
-Funciones de agenda y estadísticas. Posee un software que calcula automáticamente el nivel de suerte, de acuerdo a los soretes pisados en la última semana, mes o año, según lo requiera el usuario. Además confecciona gráficos de barras que podemos descargar vía USB a nuestra computadora.
-Cámara fotográfica de 3.2 megapíxeles incorporada. Con una capacidad de memoria que permite guardar 10 fotografías de soretes por día durante 1 año.
-Atractivo y moderno diseño, todo en el tono del marrón.
-En sus dos versiones (RX-423 y RX-500), el dispositivo es de tamaño compacto, similar al de una etiqueta de cigarrillos. Posee soporte para prender en el cinto del pantalón, o correa en el caso de querer colgarlo del cuello.
-Viene con diferentes ringtones de alarma, y en el modelo RX-500, también se pueden incorporar archivos mp3.
-Posee función recordatorio. En caso que de apuro no podamos pisar alguno, el dispositivo guarda en su memoria la ubicación exacta y programa automáticamente una alarma.

Si bien es un aparato revolucionario, los que tuvieron la suerte de probar el prototipo en los salones de París y Nueva York, afirman que una desventaja importante es que el sistema no distingue la procedencia del excremento. Detecta por igual ya sea de origen humano o animal, sabiendo que es de público conocimiento que la caca de perro da mucha más suerte, por ejemplo.
El lanzamiento oficial está previsto para fines de este año, y llegaría a la Argentina a mediados de Marzo de 2009, a un costo aproximado de $750. Más allá de la crítica, los que tenemos mala suerte, esperamos con ansias su llegada.

18/4/08

Gente II

Jueves 00:15 hs, suena el teléfono del trabajo.

Yo: (digo el nombre del lugar donde trabajo)
Sr: Si hola, buenos días.
Yo: En realidad, buenas noches.
Sr: Bueno, eso depende de cada uno (en un tono muy serio y con ninguna intención de sonar gracioso).

Que alguien me explique qué quiso decir este señor. Digo, a menos que me llames del otro lado del planeta, a las 12 de la noche, es de noche para todos.

10/4/08

De sueño y ruidos

Personaje E: Turista cordobés en Europa. Sonámbulo, una vez se tiró desnudo desde el piso de arriba de una cucheta y se estampó las pelotas contra la mesita de luz. Sobrevivió y se fue de viaje.
Personaje T: Amigo y compañero de viaje de E. Semi calvo. Dejó a sus mujeres y a sus dos celulares para acompañar a E.
Situación: E y T están en un hostel pero en habitaciones separadas. E duerme con 3 españolas totalmente desconocidas. A la mañana siguiente conversan:

E: Loco, me parece que anoche me odiaron.
T: Que pasó?
E: Soñé que hacíamos una competencia de silbidos con mi familia y me parece que me la pasé silbando toda la noche.
T: Sos un enfermo!

E: Soy sonámbulo! Para colmo soñaba que estaba perdiendo, entonces me ponía a silbar más fuerte.
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Supongo que las españolas agradecieron que E estuviera jugando a los silbidos y no practicando boxeo, mirá si cagaba a trompadas a alguna. Hay gente con la que resulta muy peligroso compartir la habitación.

8/4/08

Hay gente que tiene tanta suerte

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6/4/08

Reafirmando los votos del odio

Creía que sólo me caías mal. Pero ayer me condenaste a odiarte. Te insulto con todo mi sentimiento.

Naranjita, te quedaste con mis 5 pesos y con lo divertida que había estado la noche.
Por suerte tenía mi mp3 con Pink Floyd, como para no romper todo mientras esperaba a la grúa, solo. Como para no partirte el traba volante en la cabeza.
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Hoy... detesto el color naranja.

5/4/08

Esperando señal