11/7/08

Nuevo disco

Encontré esto en el blog de Anitax. No sean amargos, porque yo estuve a punto de no hacerlo pensando que era una pelotudés. Al final lo hice y me cagué de risa. Además me quedó un nombre muy copado. Por favor, quiero ver sus discos.
Este es mi nuevo lanzamiento, mi primer trabajo de solista.

8/7/08

Nada mal

Tener una hija a los 21 años fue una cagada, tengo que admitirlo. De no haber nacido Valentina, de seguro hoy estaría terminando mi carrera, por ejemplo. O le habría dedicado mucho más tiempo a la banda que tenía en aquél entonces. No hubiera sufrido tanto el fracaso de una relación, que de no haber estado Valentina, hubiera sido simplemente un noviazgo más que se terminaba. No, en este caso éramos dos padres que se separaban. La maldita presión de que todos te dicen; “pobrecita, la que más sufre esto es la nena”. No sólo teníamos la responsabilidad de un fracaso, si no que además, ella también lo estaba sufriendo. Si ella no hubiera llegado, hoy no me costaría tanto enamorarme de nuevo. Tal vez no le tendría tanto pánico a las relaciones serias, las que pueden implicar un fracaso.
Si hoy no fuera padre, hubiera conocido el sur. Pero diez días antes de salir, me enteré de que ella estaba en camino. También hubiera conocido el norte y por qué no Brasil, con todos mis amigos.
Fue una cagada. Que boludo. Hoy no tendría que destinar más del 40% de mi sueldo a los gastos que implica tener un hijo. ¿Saben todo lo que haría con un 40% más de sueldo? Cambiaría mi computadora, que ya me lo está pidiendo a gritos. Me compraría otra guitarra, una mucho mejor. Aunque nunca haya aprendido a tocar bien, seguro quedaría excelente colgada en mi pieza.
Es inevitable, por más que lo intente, siempre me voy a cuestionar qué hubiera sido de mi vida si no hubiera sido padre a los 21. Es una duda que a veces me aturde un poco.
Ojo, estoy convencido de que soy un buen padre. Sé que pensar estas cosas no me convierten más que en una persona normal. Un padre normal. Lo que pasa es que es mucho más fácil explicar las contras, que todo lo bueno que se siente tener un hijo. No me explico cómo ustedes (los que no son padres), podrían entender lo que se siente presenciar el parto, por ejemplo. El nacimiento es lo más primitivo que tenemos, es el primer contacto con el mundo exterior. Tal vez no lo entiendan desde el lado sentimental, pero piénsenlo de esta manera: hay un cuerpo que está saliendo desde otro cuerpo. Físicamente, ya es impresionante. Imagínense, si esa persona, además es tu hija. Igual creo que a la mamá no le gustó tanto; puteaba, gritaba y me apretaba con las uñas. Loca de mierda. Debe ser que los hombres nunca vamos a entender lo que es parir, dicen.
El mes que viene la gorda cumple 4 años. Hasta el día de hoy, no sabría describir lo que se siente esperarla en la puerta del jardín, que venga corriendo entre un millón de nenes, se cuelgue del cuello y te abrace como si hiciera años que no te ve. No sabría decirles por qué después de que rompió el récord de cagadas por hora, sigue consiguiendo lo que quiera de mí.
Si supiera explicarlo, podrían entender que ser padre no está tan mal. De hecho, es increíble que pueda pagar los viajes que no hice, las guitarras que no me compré, las noches que no salí de joda y las mujeres de las que no me voy a enamorar por miedo al fracaso.
Me gustaría que ella lo pudiera entender. Pero si empiezo a hablarle y a los 30 segundos no entiende lo que estoy hablando, se va a aburrir, me va a pedir que valla al quiosco y le compre uno de esos tiburoncitos de gomitas. Y yo voy a ir, y no me va a entender. Ser padre no está nada mal. Y esas gomitas horribles, saben deliciosas cuando ella me guarda una sólo para mi, mientras ve sus dibujitos.