25/2/08

Cuidado

"Beber en una hamaca paraguaya chupa el doble".

24/2/08

Tengo una fantasía

Me encantaría entrar en una de esas cabinas de aviones, llenas de botones. Botones por todos lados. Tantos botones y palanquitas que parecería imposible recordar para que sirven. Meterme ahí adentro y empezar a presionar absolutamente todos los botones que encuentre. Sin ningún orden sistemático, sólo ir apretando los que más me gusten primero. Claro que mi fantasía no contempla la seguridad de los pasajeros, o si el avión está en marcha o no. Es simplemente sacarse las ganas de no dejar ni uno sin presionar.

18/2/08

Miren la niña...

Todos recordaran el papel que hacía la pequeña Madeleine Zima en "La niñera". Yo no era de los más fanáticos, pero me he visto varios capítulos. Cuando ví la siguiente foto, quedé shockeado. Más allá de si está buena o no, "es la pendeja de la niñera!". Es tan impactante como lo podría ser ver a Doña Florinda en pelotas. O como cuando ví las fotos de Macaulay Culkin (mi pobre angelito) fumándose flor de churro en una esquina.
Es la imagen que nos hacemos automáticamente del personaje, olvidando que detrás de éste se encuentra una persona como nosotros (aunque yo no tenga las tetas de Madeleine). Así como no podemos creer cuando te dicen que Cacho Buenaventura, fuera del escenario, es bastante agreta. Uno ya asimila "cacho=humor".
Sin más, les dejo las imágenes, y si saben de más casos como los descriptos, avisar.


PD: Perdón, pero tuve que sensurar los pezones para evitar suseptivilidades.

Manifiesto Blogger

Manifiesto


¡Bloggers del mundo, uníos!


¿Están hartos de los viejos consejos de siempre (escribe regularmente, ten una temática definida, haz entradas concisas, etc.)?


Teniendo en cuenta que:


I. Nunca vamos a conseguir miles y miles de visitas ni, muchísimo menos, ganar dinero con nuestro blog, ni conseguir el Pulitzer…
II. No creemos que la calidad de un blog venga marcada por su número de visitas ni por la cantidad de páginas que lo enlacen.
III. Sabemos y aceptamos que el 80% de nuestras visitas procederán de nuestros colegas, y estamos felices con ello. (O como mínimo, nos conformamos)
Y, sobretodo:
IV. No escribimos para satisfacer al lector, sino para satisfacer nuestras ansias de escribir y comunicar.


Manifestamos que:


V. El miedo a que una entrada no guste provoca una retorcida forma de autocensura. Una autocensura que coarta nuestra libertad artística y comunicativa. Tenemos el privilegio de no tener miedo al mercado ni a las críticas… ni al olvido. ¡No lo tengamos!
VI. Es posible que seamos felices si uno de nuestros post se hace popular y se difunde por la blogosfera. Pero nos comprometemos a no buscarlo, ni escribiendo lo que consideráremos más popular, ni de ninguna otra forma.
VII. Somos personas complejas, no máquinas especializadas. Por ello, escribiremos aquello que nos parezca interesante compartir, sin importar su temática ni su idoneidad.


Y, en resumidas cuentas:


VIII. Este es mi blog.
IX. Yo me pago y me doy el cambio.
X. Si a alguien no le gusta, que no lo lea.
XI . No estamos dispuestos a elaborar nuestro blog pensando en que se vea bien o no en Windows. Tenemos nuestras ideas del diseño del site y queremos llevarlas a cabo.
XII. Cualquier comentario de un usuario que sea atrapado por Akismet o cualquier otro sistema anti-Spam que tenga instalado, estara perdido para siempre. No esperen que busque entre los 300 mensajes de Viagra o Cialis que llegan diariamente para rescatar su vil comentario.


Haz de este manifiesto algo tuyo:


a. Si no te gusta parte del texto o te apetece añadir algo, cámbialo sin complejos.
b. No cites de dónde has sacado este manifiesto.
c. No digas quién ha escrito este manifiesto.
d. Ni se te ocurra poner un enlace a esta entrada que estás leyendo, a no ser que sea para criticarlo o para anunciarlo sin hacerlo tuyo.
e. Es posible que estés leyendo este manifiesto en un blog y no sepas si lo ha escrito su dueño o no. ¿Acaso importa?
Porque todo blogger tiene derecho a ser mal bloger, y estar orgulloso de ello.

16/2/08

Accidente

(La imagen es sólo a modo ilustrativo)

El miércoles 13 de febrero fué una tarde movidita. Tan movidita que se prolongó hasta la noche.
Para empezar, a las 19 hs. cuando me retiraba de mi trabajo, se me rompió la bragueta del pantalón. Tenía que buscar a mi hija en el centro, con mi calzoncillo asomando por el pantalón de vestir. De todas maneras esto iba a ser sólo una tontera comparado a lo que me esperaba.
Llegando a casa, más precisamente a 20 metros, cuando ya voy girando para entrar con el auto, una moto se estrella contra mi auto. En realidad no fue para tanto, pero no me pudo esquivar y fue a parar al asfalto. Me quiso pasar por la derecha, entre el auto y la vereda.
Cuando pude reaccionar de lo que había pasado, vi a un chico que se levantaba sobándose el cuerpo, y a una chica tirada en el piso llorando. Un panorama no muy alentador. Me bajé del auto, y grité la conocida frase; "llamen a una ambulancia". El chico estaba bien, pero a la chica le dolía la cabeza y el cuello. La espera a que llegara un médico se prolongó por unos 35 minutos. Si, 35 minutos, en los cuales persona que pasaba se acercaba a chusmear, y se arma ese clásico tumulto de gente rodeando la escena del accidente. Recuerden que tenía la bragueta rota.
Estaba claro que la culpa no era mía, pero al haber lesionados, la policía debe llevar los vehículos a una seccional para luego hacer el peritaje correspondiente. Así que la chica se fue en la ambulancia, el dueño de la moto se fué con la policia a llevar la moto a la seccional 11, y yo me fui con un policía de copiloto a la seccional 4.
Divertidísimo el viaje. Tuve que escuchar las historias del oficial. Como la vez que corrío a un jefe que estaba borracho con su pistola alrededor del escritorio, contado como si fuera algo gracioso. Pero bueno, dejamos el auto en la cuarta y de ahí me tenía que llevar un patrullero a accidentología vial. El viaje fue igual de divertido que el anterior. Tuve que escuchar cómo los canas se cagaban de risa porque no tenían luces y ya era de noche. Si si, de noche y sin luces los oficiales. Cuando pasamos por el Olmos, se cansaron de esperar en un atascamiento de tráfico y prendieron la sirena, y una cuadras más adelante le tocaban bocina a unas chicas que pasaban caminando. No les importó en absoluto que yo estuviera atrás, hasta a veces giraban la cabeza haciendo una risita cómplice, como si yo me estuviera divirtiendo de verdad.
En accidentología, hubo que esperar 2 horas hasta que el oficial haga la declaración, la cuál debe haber tenido una extensión de unos dos o tres párrafos calculo. En una de las paredes había un cartel que explicaba los requisitos para retirar el vehículo, y el título decía "Requisitos para retirar el vehículo", a lo que alguien le agregó abajo con lapicera; "Tener un amigo perito o plata". En ese momento, no fue una acotación que me provocara mucha gracia.
De ahí, había que ir a medicina forense a soplar la pipita de la alcoholemia (recuerden que seguía con la bragueta rota). Lo cuál es ridículo, ya que a todo esto ya habían pasado unas 4 horas. Si hubiera estado borracho, ya hubiera tenido tiempo de recuperarme.
Esa noche llegué a casa tipo 12:15 de la noche. Por suerte le expliqué al cana que al auto lo usaba para trabajar, y me hizo el favor de guardarme un lugar para que al otro día lo peritaran, si no, me quedaba sin auto por unos 4 o 5 días. Así que, a la mañana siguiente, me la pasé en la comisaría a la espera de que algun oficial me acompañara a llevar el auto a accidentología, para con suerte, poder retirarlo a la noche.
A todo esto, me gasté unos $42 en taxi, más $25 del Fernet que le compré al cana a modo de "agradecimiento". Más haberme pasado toda una tarde-noche y una mañana en la comisaría. Más haberme aguantado la inoperancia de la policía. Más quedarme sin el auto por 1 día. Más la mañana que voy a perder haciendo la denuncia en mi seguro. Todo esto sin haber tenido la culpa del accidente, menos mal.
Haaa, me olvidaba, la chica está re bien, esa noche llegó a su casa varias horas antes que yo.

13/2/08

Que velocidad

Hace unos días me pasó algo que me hizo acordar mucho a un post que hizo el Sr. Tux en su blog. Me mudé de casa y tuve que contratar otro servivio de banda ancha. Se me ocurrió la mala idea de llamar a Arnet. En mi primer contacto, sólo estaba consultando por el servicio, pero al cabo de dos días una máquina llamó a mi casa diciendo que el servicio ya estaba listo para utilizarse. Que!? Yo no lo había pedido, no di mis datos y ni siquiera soy el titular de la línea. Cómo es posible que cualquiera pida un servicio sin identificarse?
La cosa es que ya lo tenía, y lo necesitaba, así que todo bien. Hasta estaba sorprendido por la velocidad con la que habían conectado el servicio. A los dos o tres días recibí el módem, y en cuanto llegué a casa me dispuse a conectarlo. Gran frustración me pegué cuando luego de interminables intentos, el módem seguía desconectándose. Ya era la noche tarde y sólo tiré una gran cantidad de insultos contra la compañía y me fuí a dormir.
Al otro día estuve hablando al servicio técnico durante unas 3 horas aproximadamente, y con unos 5 representantes distintos. Todos me hicieron hacer las mismas pruebas, y a cada uno de ellos había que explicarles cuál era el problema. Es decir, un terrible pedazo de embole. Hasta tuve que lidiar con una señorita que evidentemente no sabía nada, y que insistía en que el problema estaba en la fichita que conecta la línea con el módem. A esta altura, el terrible pedazo de embole se había transformado en mucha bronca.
La última señorita que me atendió, concluyó en que había algo que no andaba bien (muy inteligente vieron?) y me dijo que iva a mandar un técnico a casa para que revise la conexión. Por fin, ahora ya tenía la solución, un técnico experimentado iva a venir a rescatarme. Mi alegría duró hasta que hice la pregunta "cuándo?", a lo que la señorita inteligente respondió; " en unos 6 días hábiles aproximdamente", es decir que pueden ser más, o mejor dicho; es clavado que van a ser más.
Resumiendo; casi sin pedir el servicio, tuve la línea digitalizada y el módem en unos 5 días corridos. Desde el día que hice la primer conexión (o intento de conexión), se comienza a facturar el servicio.
Conclusión: Me van a empomar unos 10 días en los que no puedo navegar. Estos de Arnet son unos divinos.

2/2/08

Una invitación



No le creo al que me diga que en algún lugar de su casa no tiene algún cassette guardado. Es como si no los quisiéramos tirar, aunque sabemos que ya nunca volveremos a escucharlos. Si es de video, bueno, pasa, capáz que te grabaste con tu novia cuando tenías 18 y te lo querés guardar de trofeo. Eso es algo que no lo vas a poder bajar de ningún sitio.
Pero si es de música, vamos!... qué cosa no se puede conseguir de música en internet?
Haaa, pero claro, vos te habías comprado uno de esos walkman que grababa y alcanzaste a cazar tres temas de un inolvidable recital que dió Pocho La Pantera en el Deportivo Pepe Mocho en el año 1991, en donde subió a cantar como invitado el tío Augusto, que era un viejo de 92 años que atendía la despensa de a la vuelta del deportivo. Bueno, para tu información, ese cassette hoy se debe escuchar espantoso, y mañana un poco más espantoso, y pasado más, y asi sustantivamente (que está mal dicho pero me encanta decirlo así). Por lo que ese pedazo de plástico lleno de una cinta marrón ocura, va a estar ocupando lugar en donde sea que lo tengas guardado, sin tener absolutamente ninguna utilidad. Sin contar que de seguro, dos de los tres reproductores de cassettes que andan dando vueltas por tu casa, ya no funcionan. Y el que te parecía que andaba, resulta que tiene roto un parlante, o el perro se comió la perilla del volumen y los botones de "play" y "f.fwd".
También están los que tienen en su auto un stereo con cassette, como yo. Y tienen en la guantera alguno de esos compilados horribles. La veradad que yo, prefiero escuchar la radio que una bola de música oxidada y opaca. Que no está ni cerca del placentero ruido que hace un disco de pasta en un tocadiscos antiguo.
Es por esto señores, que invito a los que quieran, a buscar estos "artefactos fuera de circulación" y arrojarlos al tarro de la basura, dado que considero que ya han cumplido su ciclo. No por esto menospreciar a esta tecnología analógica que tantas saisfacciones nos dió, si no, terminar su ciclo y optimizar el espacio disponible en la casa.